El pasado fin de semana, se celebró en Pontevedra la Oktoberfest.
Esta fiesta, si bién se celebró en este caso por una buena causa ,como era el apoyo al Pontevedra Rugby Club, me hizo reflexionar.
Es curioso que los alemanes exporten una fiesta tan genuina por todo el mundo , al igual que la celebración del San Patrick irlandes, consiguiendo que se consuman ingentes cantidades de bebida que en la mayoría de los casos se fabrican fuera de nuestro país.
Mi pregunta es.
Por que no se crea una feria de la sidra itinerante, similar a este tipo de certámenes, en la que se pueda degustar distintas sidras de las diferentes zonas productoras así como una selección de productos propios de cada lugar.
A los que nos gusta la sidra tenemos dificultad para poder probar sidras diferentes, limitándonos a probar las que llegan a nuestra ciudad a través de las grandes superficies.
Una feria de este tipo aparte de promocionar la sidra de forma genérica, facilitaría a los asistentes el poder contrastar y comparar los distintos llagares y las peculiaridades de las diferentes sidras que se elaboran en este país.
Si los alemanes consiguen que bebamos su cerveza y comamos sus salchichas , su codillo y su chucrut, por que no conseguir lo propio repartiendo por el mundo nuestra sidra acompañada de cabrales, tortilla de bacalao, pulpo a la feira o anchoas.