lunes, 26 de abril de 2010

oda a la manzana


Un amigo de Cantabria me ha enviado esta bonita oda a la manzana

A ti, manzana,
quiero celebrarte
llenándome con tu nombre
la boca, comiéndote.

Siempre eres nueva
como nada o nadie,
siempre recién caída del Paraíso:
plena y pura mejilla arrebolada de la aurora!

Qué difíciles son comparados contigo
los frutos de la tierra,
las celulares uvas,
los mangos tenebrosos,
las huesudas ciruelas,
los higos submarinos:
tú eres pomada pura,
pan fragante,
queso de la vegetación.

Cuando mordemos tu redonda inocencia
volvemos por un instante a ser también
recién creadas criaturas:
aún tenemos algo de manzana.

Yo quiero una abundancia total,
la multiplicación de tu familia,
quiero una ciudad, una república,
un río Mississipi de manzanas,
y en sus orillas quiero ver a toda la población del mundo unida,
reunida, en el acto más simple de la tierra:
mordiendo una manzana.

1956. Pablo Neruda.